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La personalidad es el conjunto de rasgos y patrones conductuales más o menos estables y que caracterizan y definen al individuo.
Por tanto, todos los seres humanos tienen personalidad.

La manera de explicar cómo se desarrollan los trastornos de la personalidad va a depender de la teoría de la personalidad que adopte el evaluador.

Las principales son la teoría psicoanalítica, la teoría de la actualización y la teoría del aprendizaje.

El trastorno de la personalidad ocurre cuando el patrón conductual o cognitivo de la persona se desvía de lo esperado, de acuerdo con la sociedad a que pertenece.

Un mismo patrón conductual o cognitivo puede ser considerado adaptivo en una sociedad y un trastorno de personalidad en otra.

Por tanto, el individuo debe ser evaluado dentro de su contexto social y cultural.


Generalmente comienzan en la infancia o adolescencia y su perpetuación durante mucho tiempo afecta a la persona en los ámbitos en los cuales se desempeña, a raíz de los trastornos de conducta que posee, lo que le acarrea serios problemas laborales por su bajo rendimiento.

Es importante determinar si el trastorno es permanente y duradero, o si sólo es pasajero y es desencadenado por algún factor o circunstancia especial. También debe considerarse el medio social y cultural en el que se desenvuelve la persona con algún supuesto trastorno de la personalidad, ya que el modo de actuar y de pensar es muy variable entre las distintas comunidades.

Los principales trastornos de la personalidad son: paranoide, esquizoide, esquizotípica, antisocial, limítrofe, histriónica, narcisista, evitante, dependiente y obsesivo-compulsiva.

Otras categorías pueden ser establecidas por el especialista.

Los trastornos de la personalidad son patrones conductuales estables que producen malestar o incapacidad en la persona afectada.

Los trastornos de la personalidad se agrupan según las similitudes en los patrones de comportamiento exhibidos.

Los trastornos de la personalidad pueden ser divididos en tres categorías principales: aquellas personas excéntricas o con un comportamiento extraño, las ansiosas o con muchos temores y aquellas personas emotivas, vulnerables y con comportamiento teatral.

*Personas excéntricas

Estas personas son muy aisladas, desconfiadas, con dificultad para procesar la realidad que los rodea y no pueden diferenciar la información que proviene del exterior con la generada por ellos. Incluye los trastornos paranoide, esquizoide y esquizotípico, por estas personas aparentar ser raras o excéntricas.

*Personas emotivas y vulnerables

A estas personas les cuesta mucho controlar sus impulsos. Son muy lábiles emocionalmente, lo que les ocasiona ciertos problemas para adaptarse a su entorno. Incluye a los trastornos antisocial, limítrofe, histriónico y narcisista, por estos individuos con frecuencia aparentan ser dramáticos, emotivos o erráticos.

*Personas temerosas y ansiosas

Incluye a los trastornos evitante, dependiente y obsesivo-compulsivo, por la frecuencia con que aparentan estar ansiosos o temerosos.

Muchas personas afectadas frecuentemente presentan características asociadas a más de un trastorno de la personalidad.

Solamente cuando los rasgos de la personalidad son maladaptivos, inflexibles y causan problemas y malestar a la persona es que se consideran un trastorno.

~Personalidad paranoide: patrón de desconfianza y sospecha acerca de los motivos de los demás, los cuales son interpretados como con mala intención.

~Personalidad esquizoide: patrón de alejamiento de las relaciones sociales y un rango restringido de expresión emocional.

~Personalidad esquizotípica: patrón de discomfort agudo en las relaciones íntimas, distorsiones cognitivas o perceptuales y excentricidades en la conducta.

~Personalidad antisocial: patrón de irrespeto y violación de los derechos de los demás.

~Personalidad limítrofe: patrón de inestabilidad en las relaciones interpersonales, auto-imagen y afectos y marcada impulsividad.

~Personalidad histriónica: patrón de excesiva emocionalidad y búsqueda de atención.

~Personalidad narcisista: patrón de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía.

~Personalidad evitante: patrón de inhibición social, sentimientos de no ser adecuado e hipersensibilidad a la valoración negativa.

~Personalidad dependiente: patrón de sumisión y de conducta de dependencia asociada a la necesidad excesiva de ser cuidado.

~Personalidad obsesivo-compulsiva: patrón de preocupación con el orden, el perfeccionismo y el control.

La personalidad antisocial es más frecuente en los hombres, mientras que las personalidades limítrofe, histriónica y dependiente son más comunes en las mujeres.

Las personalidades antisocial y limítrofe tienden a ser menos evidentes con la edad avanzada. Con la obsesivo-compulsiva y la esquizotípica ocurre lo opuesto.

El trastorno de la personalidad generalmente se hace evidente durante la adolescencia o adultez temprana.

Ejemplos de otros trastornos de la personalidad son la personalidad depresiva y la personalidad pasivo-agresiva.

Los trastornos de la personalidad requieren de ayuda profesional intensiva para lograr su modificación, pero ésta es una meta posible con la ayuda adecuada.

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