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Su madre le dio una brutal paliza. Luego, ella y su pareja habrían quemado el cuerpo en una parrilla de la casa antes de tirarlo a un arroyo, donde lo llevaron en un carrito de bebé.
La vida de Priscila Morena Lafuente, de 7 años, era un infierno. Su madre la vivía golpeando de manera demencial: varios vecinos declararon verla pegándole a su hija; y su propia familia ya la había denunciado por violencia. Después de la última paliza, el viernes 3 de enero, la nena se fue a dormir.
Ya no despertó. A la mañana siguiente estaba muerta. Según los investigadores del caso, su mamá y su padrastro trataron de hacer desaparecer el cuerpo. Primero quisieron quemarlo en la parrilla de la casa. Como no pudieron, lo habrían llevado adentro de una bolsa, en un carrito de bebé, hasta el arroyo donde finalmente lo tiraron.
Los resultados de la autopsia realizada en la morgue de Ezpeleta determinaron que la nena fue asesinada a golpes en la cabeza, y quemada una vez muerta.
La mamá de la nena, Silvia Beatriz Lafuente (34), y el padrastro –Pablo Verón Bisconti (30), ex policía federal–, están presos. La mujer fue acusada de homicidio agravado , y el hombre de encubrimiento agravado . Ayer ambos se negaron a declarar ante la Justicia.
Priscila nació prematura y siempre tuvo problemas de salud. Se crió en la villa IAPI de Bernal, en Quilmes, y vivió un tiempo con su padre y otro con su abuela materna y su tía, en el mismo barrio.
Silvia tenía 11 hijos además de Priscila. Con el policía llevaban 5 años en pareja y tenían cuatro hijos en común: dos nenas (de 4 y 3 años) y un varón, de 2. La pareja tuvo un cuarto hijo pero en noviembre, con sólo cuatro meses, el bebé murió, presuntamente por asfixia. La mujer apresada también tiene un nieto.
Hace menos de un año, el matrimonio ahora detenido alquiló un chalé a medio terminar –pero completamente de material y en buenas condiciones– en calles 161 y 49A, en el barrio Las Manzanas de Berazategui. Allí se mudaron con los hijos de la pareja y otra hija de 16 años que Lafuente tuvo con otro hombre. En octubre pasado se sumó Priscila, quien hasta ese momento había estado viviendo con su padre biológico, en Bernal. El fue finalmente quien identificó el cuerpo cuando la Policía lo halló flotando en el arroyo.
“Se escuchaban los gritos de las peleas familiares y el llanto de los chicos. Un día mi esposa la vio a la gorda (así se refirió a Silvia Lafuente) golpeando a la nena.
Con una mano la tomaba de los pelos y con la otra le pegaba trompadas con el puño cerrado en la cara ”, contó a Clarín Daniel, un vecino que vive justo enfrente a la casa donde vivía Priscila con su familia.
La almacenera del barrio, Elsa Miranda, explicó que Lafuente iba a comprar a su comercio y que siempre llegaba con Priscila y sus otros tres hijos. “Los chicos eran muy calladitos. Si les preguntabas algo ni te contestaban. La tía de los chicos también la denunció a Lafuente por pegarles”, recordó la mujer.
Los vecinos aseguraron que el matrimonio solía poner música muy alta para que no se escucharan los gritos de los chicos cuando eran golpeados. “Eran los únicos chicos del barrio a los que no los dejaban salir”, dijeron.
Según contaron fuentes policiales, el viernes 3 a la noche Priscila sufrió una paliza brutal y luego la acostaron a dormir. Al otro día, cuando la fueron a despertar, la nena estaba muerta. Ahí arrancó el horror después del horror.
Primero trataron de quemar el cuerpo. Según determinaron los investigadores, lo habrían puesto en la parrilla ubicada en el jardín de la casa, lo cubrieron con papel de diarios y maderas y lo prendieron fuego.
Como finalmente no pudieron quemarlo, la noche del sábado 4 el matrimonio metió el cuerpo de la nena en una bolsa de consorcio. Y se cree que lo llevó en un carrito de bebé hasta el arroyo “Las Conchillas”, ubicado a 800 metros de la casa familiar. Todo esto habría sido contado por el padrastro de la víctima ante la Policía, en una declaración espontánea que sin embargo no tiene valor legal.
Las imágenes de la pareja, con dos hermanitos de Priscila y un adolescente caminando hacia el arroyo, quedaron grabadas en la cámara de seguridad de una estación de servicio.
El matrimonio se presentó en la comisaría el lunes para hacer la denuncia. Tal vez pensaron que en ese tiempo la corriente del curso de agua había arrastrado el cuerpo más lejos.
“El matrimonio dijo en la comisaría que el sábado a la mañana, cuando se levantaron, la nena no estaba. Nos llamaron la atención dos cosas: que una nena sea robada adentro de su propiedad y que los padres hagan la denuncia recién 38 horas después ”, contó a Clarín un investigador del caso.
Finalmente la nena fue hallada muerta el martes a la mañana. Lo primero que hicieron los investigadores, a cargo del fiscal Carlos Riera, fue poner la lupa en el círculo íntimo.
Fuente: http://www.clarin.com/policiales/tragedia-Priscila-asesinada-golpes-casa_0_1063093757.html
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¿Psicópatas?:
-La madre de Priscilia ejecuto un plan para deshacerse del cadaver (primero quemarla y luego arrojarla al arroyo), ello evidenciaría que sabría lo que estaba haciendo. Los psicópatas son aquellas personas que tienen intactas sus facultades mentales, pero carecen de empatía. Son depredadores infrenables e imposibles de tratar en quienes la violencia es planeada, decidida y carente de emociones. Esta violencia continúa hasta que alcanza un tope alrededor de los 50 años, y luego disminuye. Tienden a operar con una grandiosa conducta, una actitud pretenciosa, un apetito insaciable, y una tendencia hacia el sadismo. Su falta de temor es probablemente la característica prototípica
Hay cuatro (4) subtipos diferentes de psicópatas. La distinción más antigua entre los tipos primario y secundario fue realizada por Cleckley en 1941.
Los PSICÓPATAS PRIMARIOS no responden al castigo, a la aprehensión, a la tensión ni a la desaprobación. Parecen ser capaces de inhibir sus impulsos antisociales casi todo el tiempo, no debido a la conciencia, sino porque eso satisface su propósito en ese momento. Las palabras no parecieran tener el mismo significado para ellos que el que tienen para nosotros. En realidad, no se sabe si llegan a comprender el significado de sus propias palabras, una condición que Cleckley llamó “afasia semántica.” No siguen ningún proyecto de vida, y parece como si fueran incapaces de experimentar cualquier tipo de emoción genuina.
Los PSICÓPATAS SECUNDARIOS son arriesgados, pero son individuos también más proclives a reaccionar frente a situaciones de estrés, guerreros, y propensos a la culpabilidad. Se exponen a más estrés que la persona promedio, pero son tan vulnerables al estrés como la persona promedio. (Esto sugiere que no son “completamente psicopáticos.” Puede ser debido a variaciones genéticas distintivas).
Son gente audaz, aventurera y poco convencional que comenzó a establecer sus propias reglas de juego a temprana edad. Son conducidos fuertemente por un deseo de escapar o de evitar dolor, pero también son incapaces de resistir a la tentación. A medida que su ansiedad aumenta hacia un cierto objeto prohibido, su atracción hacia ella también se incrementa. Viven sus vidas dejándose llevar por el aliciente de la tentación. Tanto los psicópatas primarios como los secundarios están subdivididos en:
Los PSICÓPATAS DESCONTROLADOS: son la clase de psicópatas que parecen enfadarse o enloquecerse más fácilmente y más a menudo que otros subtipos. Su frenesí se asemejará a un ataque de epilepsia. Por lo general son también hombres con impulsos sexuales increíblemente fuertes, capaces de hazañas asombrosas con su energía sexual, y aparentemente obsesionados por impulsos sexuales durante la gran parte de su vida que pasan despiertos. También parecerían estar caracterizados por ansias muy fuertes, como en la drogadicción, la cleptomanía, la pedofilia, cualquier tipo de indulgencia ilícita o ilegal. Les gusta la endorfina “alta” o “acelerada” del entusiasmo y de la toma de riesgos. El violador y asesino en serie conocido como el Estrangulador de Boston era un psicópata de este tipo.
Los PSICÓPATAS CARISMÁTICOS: son mentirosos encantadores y atractivos. Por lo general están dotados de uno u otro talento, y lo utilizan a su favor para manipular a otros. Son generalmente compradores, y poseen una capacidad casi demoníaca de persuadir a otros para que abandonen todo lo que poseen, incluso hasta sus vidas. Los líderes de sectas o de cultos religiosos, por ejemplo, podrían ser psicópatas si conducen a sus seguidores a causar su propia muerte. Este subtipo llega a menudo a creerse sus propias ficciones. Son irresistibles.
Los sociópatas han existido siempre en formas diversas y en distinto grado. Se los ha conocido bajo diferentes nombres. Se los ha estudiado utilizando varias técnicas, y a través de los años se han encontrado varias causas a su enfermedad. Pero una cosa nunca varía: todos los sociópatas poseen tres características en común: son individuos muy egocéntricos, sin empatía hacia los demás, e incapaces de sentir remordimiento o culpa. [El Sociópata – (The Sociopath) Rebecca Horton (Abril 1999)]
A pesar de que el psicópata tiene gustos y preferencias, y afición por los placeres que la compañía humana puede traer, el análisis demuestra que es totalmente egocéntrico, y que valora a los otros solamente porque aumentan su propio placer o mejoran su estatus. Mientras que él no brinda ningún amor verdadero, es absolutamente capaz de inspirar amor a veces hasta fanático en los demás.
Es por lo general superficialmente encantador y da muy seguido una impresión llamativa de poseer las cualidades humanas más nobles. Se hace de amigos fácilmente, y es muy manipulador, con su habilidad de palabras para salirse con la suya de cualquier apuro. A muchos psicópatas les encanta ser admirados y se regodean cuando los demás los adulan.
La carencia de amor trae también aparejada la carencia de empatía. El psicópata es incapaz de sentir lástima por otros en situaciones desafortunadas o de ponerse en el lugar de otra persona, sin importar que haya lastimado o no a esta última. [Gordon Banks]
Para más información: http://quantumfuture.net/sp/pages/psicopatia.html
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